Esponja konjac

Hola, ¿conoceis la esponja konjac? seguro que si y para los que no os cuento un poquito lo maravilloso que es este producto que además es totalmente natural.

Se trata de una esponja redonda que esta hecha de fibras naturales provenientes de la raíz de una planta japonesa llamada Konjac. Tiene una superficie rugosa, pero muy suave y agradable al tacto, que hace una acción exfoliante a la piel, delicada pero muy efectiva, arrastrando células muertas y exceso de sebo dejando la piel limpia y fresca.

Viene humedecida en agua destilada dentro de una bolsita, una vez que la hemos usado hay que dejarla secar y entonces empieza a endurecerse hasta que se queda totalmente dura como una piedra, esto evita que la esponja coja moho o se le acumulen bacterias por estar humedecida, pero basta con volver a mojarla para poder utilizarla de nuevo.

Se puede utilizar simplemente con agua o poniéndole unas gotitas de nuestro limpiador diario, la pasamos por todo el rostro y el cuello haciendo movimientos circulares un par de minutos y cuando terminamos la escurrimos y aclaramos para que salga toda la suciedad que la esponja a ido absorbiendo y la dejamos secar.

Os aseguro que la piel queda muy suave y limpia, lo ideal es utilizarla por las mañanas antes de la hidratante  y por las noches después de desmaquillarnos y antes de el tratamiento oportuno, porque la piel al estar totalmente limpia nuestro tratamiento penetrara mucho mas y tendrán mas eficacia. 

Pero aunque utilicemos la esponja Konjac diariamente no hay que olvidar hacernos un exfoliante una vez a la semana que nos limpie mas en profundidad, puesto que la esponjita solo arrastra las células muertas mas superficiales.

¿Donde comprarla?

La clásica esponja Konjac la podéis encontrar en las tiendas KIKO con un precio de unos 6 € y en MERCADONA con un precio de unos 3 €, pero si queréis la original podéis comprarla en su pagina web oficial www.konjacspongecompany.com que además tienen diferentes esponjas para cada tipo de piel e incluso corporales.

    

Suelen tener una duración de unos tres meses, también depende de el uso que le des, y el cordoncito que trae viene genial para colgarla de algún sitio mientras se seca. Yo la mía ya la tengo que cambiar que por la parte de abajo se me a empezado a romper del uso que le doy jiji.

En definitiva, si aun no la habéis probado os animo a ello porque os va a encantar.

;-)